El Acuerdo para el empleo – pasarela política
Por Miriam Gracia Magaña
El evento que el Gobierno del estado organizo para apoyar el acuerdo de la Promoción del Empleo, las Inversiones, el Financiamiento para el Desarrollo y Seguridad, sirvió como pasarela política de los aspirantes y suspirantes a algún cargo de elección popular. Pocos, muy pocos realmente se interesaron en el verdadero contenido de este acuerdo. El poder de convocatoria del Gobernador del estado, Fidel Herrera Beltrán es digno de mención, ya que a excepción de la oposición, nadie o casi nadie falto, claro en tiempos electorales, era lógico que ni el PAN ni el PRD asistiera. El protagonista indiscutible del evento, aparte de Herrera Beltrán, lo fue sin duda Javier Duarte de Ochoa, todos querían saludarlo, ser saludados por él y tomarse la foto como si fuera William Levy. El legislador cordobés consentía a todos. Desde su llegada se tardo más de una hora para llegar al presídium pues era detenida para estrechar abrazos y manos, sobretodo de los alcaldes o diputados locales que aspiran y suspiran por ser candidatos del PRI en los próximos meses. Igual Jorge Carvallo Delfín, parecía estrella de cine, repartía sonrisas y saludos y algunos lo jalaban y le susurraban “Dile al Gobernador que le garantizo el triunfo en mi municipio”, él sin comprometerse tomaba nota. “María Félix”, perdón Carolina Gudiño, cual diva desde sus alturas, solo veía a los mortales. Mientras Salvador Manzur fue el único que toco el tema del evento y aseguró que este Acuerdo podrá ser llevado a iniciativa de Ley en el Congreso de la Unión. A diferencia de la Gudiño, Manzur sigue igual de sencillo y amable con todos y no falto el apapacho a las señoras de las colonias populares de Boca del Río, que le pidieron se tomara una foto con ellas. Evadiendo a los periodistas y un tanto solitario, José Yunes Zorrilla, como siempre caballeroso, saludo a todos y cada uno de los presentes, el capital político de este peroteño es inmenso pero su carisma lo es más. Quien también acaparo la atención de quienes lo rodeaban fueron Héctor Yunes Landa y Dalos Ulises Rodríguez, pero por el enfrentamiento verbal que tuvieron con los de Eventos Especiales, pues resulta que sus personificadores estaban en cuarta fila y ellos insistían en sentarse en primera fila, la cual estaba reservada para los Secretarios de Despacho del Gabinete estatal. Al final como niños berrinchudos ocuparon unos asientos ajenos en segunda fila y no se movieron de ahí. Esta actitud del todavía diputado local en lugar de ganarle simpatías se las resta. Y todo por salir en la foto.
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