A cada santo se le llega su hora
Por Miriam Gracia Magaña
Al parecer nada bien cayó a los funcionarios de Palacio de Gobierno, la manifestación que hicieran familias de Coatzacoalcos para denunciar los abusos cometidos en su contra y el despojo de terrenos del que han sido víctimas por parte de la familia Guizar Valladares. Causó molestia en el gabinete estatal este tipo de acciones sobre todo porque, uno de sus integrantes, Gonzalo es el representante popular de los que hoy lo denuncian. Este asunto deja mal parado al Congreso Local, al PRI y por supuesto al Gobierno del estado, quienes sin deberla ni temerla, hoy son involucrados. Sin embargo a grandes males, grandes remedios y al parecer los sueños del legislador local de gobernar algún día a sus paisanos, se quedaran como eso: sólo sueños. Los días del negocio de los hermanos Guízar Valladares de invadir terrenos para apoderarse de ellos podrían estar contados, se esperan acciones del gobierno del estado en pro de las familias afectadas, la señora Hortensia Basurto Sánchez, tuvo la valentía de hacer pública su denuncia, pese a las amenazas del diputado, a ésta ya se han sumado otras tres y parece que pronto serán más, todos con sus escrituras en la mano. Sus historias parecen repetirse: sus legítimas propiedades fueron invadidas por los hermanos del diputado Gonzalo Guízar con la desfachatez que concede la impunidad de tener hermano legislador. El error de cálculo de los Guízar fue afectar a gente de clase media por la ambición de hacerse con propiedades más valiosas: el terreno de doña Hortensia, por ejemplo está valorado en dos millones de pesos. El negocio iba por buen camino cuando invadían terrenos en colonias populares, de gente sin recursos y sin habilidad para quejarse. Gente abrumada por el apellido Guízar y que se sabía vencida antes de luchar. Y no es que la lucha entre doña Hortensia y de Rosa Elvira Delfín Alonso, Carlos Gabriel Hernández y Teresa Rodríguez Morales sea muy equitativa que digamos. Ellos son ciudadanos comunes, sin la influencia y el poder político de Gonzalo Guízar sin embargo como el gobernador del estado lo ha dicho: “En Veracruz, nadie por encima de la ley”.
