Miembros del gabinete – Malos y buenos

Por Miriam Gracia Magaña

El Gobernador del estado, Javier Duarte de Ochoa tomó protesta ayer a los subsecretarios de la Secretaria de Finanzas y Planeación: como Subsecretario de Ingresos quedó José Antonio Manzur Beltrán; Subsecretario de Egresos, Carlos Aguirre Morales; Procurador fiscal, Jorge Ramírez Udilla; Subsecretario de Planeación, Fernando Charleston Hernández y Vicente Benítez González, como Tesorero. Todos ellos constituyen el equipo de trabajo que manejarán los dineros de la entidad, en corresponsabilidad con Edgar Spinosso Carrera y con el arrogante Tomás Ruiz González. Al recién nombrado Subsecretario de Administración y Finanzas, se le encargarán asuntos sumamente delicados y personales del actual gobernador, ya que a diferencia de Tomás Ruiz quien es sólo un compromiso político con Elba Esther Gordillo, Edgar Spinosso sí es amigo personal de quien ya gobierna el estado. De la misma manera, lo es Vicente Benítez González - el tuxtleco más cercano a los afectos y confianza de Duarte de Ochoa-, la tesorería a su cargo tendrá mucho más responsabilidades que las que tiene actualmente y estamos seguros que Benítez González será de los hombres claves del Ejecutivo estatal. Pero mientras nombramientos como el de Érick Lagos, Subsecretario de Gobierno; Iván López Fernández, Contralor General; Fabricio Aguilar Sánchez, Jefe de la Oficina del Programa de Gobierno y Marco Antonio Aguilar Yunes, Secretario del Trabajo y Previsión Social, han caído bastante bien en el ánimo de los veracruzanos, ya que son amigos cercanos a Duarte de Ochoa y tienen una trayectoria en la administración pública que los avala, la ratificación de Sergio Sánchez Rico en la Coordinación de Agenda del gobernante, ha caído como bomba y es que este “misterioso” personaje, que gusta de jugar a los escondites aunque todo mundo sabe que su guarida está en el Fraccionamiento Lomas Verdes, ha estado pregonando que son muchos los “favores” que Javier Duarte le debe y por ello no puede correrlo ni pedirle la renuncia, pese a sus desatinos que son varios. Lástima, ese espacio hubiera estado bien para algún duartista leal y eficiente…