Las 48 leyes del poder. . . en Veracruz.
II Parte
Miriam Gracia Magaña
Robert Greene es puntual cuando asegura en su sexta ley que es necesario buscar llamar la atención a cualquier precio y al parecer mientras la Contralora General, Clara Luz Prieto se maneja con discreción como le gusta y pide el Gobernador se comporten sus funcionarios y sobre todo con eficiencia, los colaboradores de la talentosa sanandrescana no acatan esta encomienda.
La mesura demostrada por ella contrasta de manera alarmante con Daniel Badillo González, Director General de Control y Evaluación quien hace unos días tuvo un enfrentamiento bastante fuerte que incluso estuvo a punto de llegar a los golpes con Ángel Lara Platas, Secretario Particular de la contralora.
Todo esto inicio cuando Lara Badillo le reclamo las demoras que existen en el área de adquisiciones y le recriminó a Badillo González su falta de seriedad y responsabilidad en el trabajo, esto puso los pelos de punta al que se dice “protegido” del mandatario, él mismo que ha comentado a propios y extraños que su único jefe es Fidel Herrera Beltrán, ignorando la jerarquía de la dama, quien siempre trata con respeto a sus subalternos.
La estancia de Badillo González se ha convertido en un dolor de cabeza incluso para el mandatario estatal quien conoce perfectamente el modo de actuar de este funcionario quien no sabe que en este medio nadie es indispensable y mucho menos funcionarios conflictivos. Sin embargo lejos de causar un daño a la titular de la Contraloría, la imagen de esta inteligente y bella dama se agiganta.
Una de las leyes más importantes de las 48 es ganar a través de acciones, nunca por medio de argumentos. José Alejandro Ruiz, titular del área administrativa del DIF estatal, lo sabe a ello se debe que la señora Rosa Borunda de Herrera se apoye tanto en este joven porteño de excelente curriculum y mejor proceder. Entre los jóvenes que el mandatario tiene contemplado para realizar tareas de mayor importancia en un futuro cercano no hay que perder de vista a este talentoso funcionario del DIF Estatal.
En la Secretaría de Desarrollo Social a cargo de la dinámica, Silvia Domínguez hubo un cambio en el área de la contraloría, Alejandro Sarquíz Ramírez quien tenía a cargo esta encomienda puso su renuncia y en su lugar llega Francisco Licona, procedente de la Secretaria de Gobierno. Quien acata una de las reglas de no comprometerse con nadie del libro de Robert Greene.
Cuentan las malas lenguas que el nuevo funcionario de la SEDESMA llegó contento a sus nuevas oficinas, al dejar atrás la dependencia que comanda, Reynaldo Escobar. Al parecer las cuentas no están del todo claras y ante la posible renuncia de este robusto Secretario en diciembre se sacaran verdaderos trapitos al sol, que pueden provocar severos dolores de cabeza al “teibolero” Secretario, tomando en cuenta que el gobernante no pasara por alto los excesos de este colaborador, el mismo que cada día nos recuerda más al tristemente célebre, Arturo Moreno mejor conocido como “el Negro Durazo”.
Mantenga sus manos limpias, esa es precisamente la ley de Robert Greene y es la que sigue Alfonso Enríquez Boussart, mejor conocido como el Pollo. Al mismo que han tratado de involucrar de manera perversa en el crimen del Víctor Silvino Martínez Vázquez. Los rumores de los “serios” conflictos que según sostenían Martínez Vásquez y Enríquez Boussart han sido esparcidos por mentes que les viene como anillo al dedo crearle problemas al Pollo.
Nada más lejos de la verdad y pronto algunas pesquisas que tiene la Procuraduría y que conducen a varias líneas de investigación en las que por supuesto el Pollo no aparece serán dadas a conocer. Por lo pronto enanos empresarios del transporte frustrados por no ver cumplidos sus deseos de figurar, han esparcido por los Pasillos y Antesalas el rumor que involucra a Alfonso Enríquez en el crimen de Víctor Silvino sin embargo este no ha tenido eco.
Quienes conocemos a Enríquez Boussart, sabemos de su don de gentes y sobre todo de su valía la cual aunque cruce el pantano no se mancha y aunque le avienten toneladas de lodo sigue y seguirá intacta.
En días pasados la destacada columnista Elia Melchi, comento muy atinadamente en NOTIVER, el malestar que le causó al Gobernador del estado, que la alcaldesa electa de San Andrés Tuxtla, Marina Garay tuviera el desatino de preguntar al mandatario estatal, si podría asistir a la pasada boda de Miguel Ángel Yunes Márquez.
Aunque si bien es cierto la ex diputada local se rodea de conocidos y prominentes políticos, a veces su deseo de figurar la hace cometer errores y quiere “chamaquear” a quienes tiene mucho más experiencia en la “grilla”. En las 48 leyes de Greene, se asegura en una de ellas, que es necesario saber cuándo detenerse.
Marina Garay aprenderá a través de los “golpes” que en la grilla no hay que tratar de verle la “cara” a nadie y mucho menos mentir con cuentos tan infantiles que cuando los dice lo único que causa es risa pero sobre todo malestar y más en personas cercanas al Gobernador del Estado, él mismo que ha pedido a gente de su confianza que apoyen a la novel política, sin embargo ella no ha contribuido de la misma manera con Fidel Herrera ni con sus amigos. Y eso apenas es el comienzo.