· Felipe Calderón en Veracruz... ¿con cuentos chinos?


Miriam Gracia Magaña

El 22 de marzo del 2006 en plena efervescencia política, el candidato presidencial del Partido Acción Nacional aseguraba en la ciudad de Mérida, Yucatán que de llegar a la Presidencia de la República, disminuiría los costos de la energía eléctrica ya que aplicaría la fórmula de permitir la producción a quienes puedan hacerlo a menor precio.


Durante un desayuno con miembros de diversas organizaciones civiles de la Comarca Lagunera, señaló que la mejor manera de abaratar el costo de electricidad en México para los consumidores y para la industria es que quien pueda producir electricidad más barata y de mejor calidad que lo haga con libertad.



Según consta en un boletín de prensa que el Comité Directivo Estatal del PAN en Yucatán emitió, Felipe Calderón se comprometió no tan sólo bajar las tarifas eléctricas sino también a disminuir los precios de los productos básicos. Pero FECAL mintió, no tan sólo se olvido de las promesas de campaña, sino que echó abajo la promesa de bajar el precio de la gasolina y el gas. La tortilla se incremento y con eso, el pueblo mexicano empezó a padecer más el hambre.



La fracción parlamentaria de su partido en el Congreso de la Unión se opuso a la reducción de las tarifas de la energía eléctrica y es lógico, los panistas todos ellos empresarios, son ajenos a las necesidades básicas y las carencias que padecen las familias marginadas del país, ajenos al conocimiento de las masas y envueltos en sabanas de encaje y satín.


Los legisladores panistas como Marcos Salas se quejan de no percibir un salario mayor a los 80 mil pesos mensuales, demostrando una completa falta de sensibilidad y de compromiso social con quienes les permitieron gozar de esos privilegios y a los que hoy mantienen en el total olvido. Esos son los dedos de FECAL en el Congreso de la Unión. “Dios los hace y ellos se juntan”.



Por si esto fuera poco, quien se hizo llamar “El Presidente del empleo”, despidió a todas aquellas personas que habían sido contratadas dos meses antes en todas las Delegaciones de los 32 estados de la República como “personal de apoyo”, pero que sin embargo la única finalidad es que operaran el trabajo “sucio” que FECAL y que la estructura partidista del PAN realizó en la jornada electoral.


Y los jóvenes que confiaron en que FECAL no “representaba ningún peligro a México” y que era el Presidente de los jóvenes y del empleo, fueron literalmente despedidos, después que un cuestionado IFE le diera el triunfo, un triunfo con sabor a derrota.


En Veracruz, el Registro Agrario Nacional, utilizó recursos a diestra y siniestra y lo mismo ocurrió con SEDESOL, Procuraduría Agraria y todas las delegaciones comandadas por panistas de la entidad veracruzana que hoy han sido recompensados aunque no todos, algunos se quedaron colgados de la brocha.


Hoy llega a nuestro estado, Felipe Calderón (FECAL) ¿Con que otros cuentos chinos nos intentarán sorprender a los veracruzanos? ¿Ahora que argumentos utilizará para tratar de convencer de su honestidad o preocupación por la entidad a la que tanta tierra y basura ha intentado echar el Presidente espurio?


Realmente sus visitas son porque le preocupa la entidad a la que a nivel nacional ha tratado de ridiculizar o porque es tanta su desesperación por apoderarse de Veracruz, que piensa que los veracruzanos nos tragaremos el cuento que viene a traernos beneficios, cuando la realidad es que quiere dejar constancia que en Veracruz existe el PAN.


FECAL más que como Presidente de todos los veracruzanos, viene como un panista más a realizar campaña política ante la gris y torpe conducción de Alejandro Vásquez Cuevas en las candidaturas y sus candidatos, pero sobre todo ante el desmoronamiento de un PAN que no tan sólo huele a podrido sino que poco a poco va perdiendo consistencia.


Las ratas y los ratones están acabando con el PAN y algunos de estos roedores poco agraciados, ya tampoco lo quieren ante su total descomposición y eso que mucho de estas lacras han sido alimentadas desde su nacimiento por un PAN que poco a poco y más cada día huele a podrido. ¡ Bienvenido FECAL!.